Recorriendo sus pasos, llegamos a Madrid, en el centenario de la consagración de España  al Corazón de Jesús, peregrinamos al Cerro de los Ángeles y  a la Colegiata de San Isigro, donde estaba el colegio imperial al que  Bernardo llegó, después de su milagroso viaje en burro en el año 1721.